𝗢𝗖𝗗𝗘 𝘆 𝗹𝗮𝘀 𝗿𝗲𝗰𝗼𝗺𝗲𝗻𝗱𝗮𝗰𝗶𝗼𝗻𝗲𝘀 𝗽𝗮𝗿𝗮 𝗺𝗲𝗷𝗼𝗿𝗮𝗿 𝗲𝗹 𝗳𝘂𝗻𝗰𝗶𝗼𝗻𝗮𝗺𝗶𝗲𝗻𝘁𝗼 𝗱𝗲𝗹 𝗺𝗲𝗿𝗰𝗮𝗱𝗼 𝗹𝗮𝗯𝗼𝗿𝗮𝗹 𝗽𝗲𝗿𝘂𝗮𝗻𝗼 𝗲𝗻 𝗲𝗹 𝘀𝗲𝗰𝘁𝗼𝗿 𝗽𝗿𝗶𝘃𝗮𝗱𝗼

En el marco del proceso de adhesión del Perú a la OCDE, las recomendaciones que se vienen dando a nuestro país en materia de relaciones laborales ofrecen una perspectiva distinta a la que suele dominar el debate académico y político: 𝗹𝗮 𝗶𝗻𝗳𝗼𝗿𝗺𝗮𝗹𝗶𝗱𝗮𝗱 𝗻𝗼 𝘀𝗲 𝗲𝘅𝗽𝗹𝗶𝗰𝗮 𝗽𝗼𝗿 𝗹𝗼𝘀 𝗮𝗹𝘁𝗼𝘀 𝗰𝗼𝘀𝘁𝗼𝘀 𝗹𝗮𝗯𝗼𝗿𝗮𝗹𝗲𝘀, 𝘀𝗶𝗻𝗼 𝗽𝗼𝗿 𝗱𝗲𝗯𝗶𝗹𝗶𝗱𝗮𝗱𝗲𝘀 𝗲𝘀𝘁𝗿𝘂𝗰𝘁𝘂𝗿𝗮𝗹𝗲𝘀 𝗲 𝗶𝗻𝘀𝘁𝗶𝘁𝘂𝗰𝗶𝗼𝗻𝗮𝗹𝗲𝘀 𝗾𝘂𝗲 𝗹𝗶𝗺𝗶𝘁𝗮𝗻 𝗹𝗮 𝗽𝗿𝗼𝗱𝘂𝗰𝘁𝗶𝘃𝗶𝗱𝗮𝗱 𝘆 𝗹𝗮 𝗰𝗮𝗽𝗮𝗰𝗶𝗱𝗮𝗱 𝗱𝗲 𝗰𝘂𝗺𝗽𝗹𝗶𝗺𝗶𝗲𝗻𝘁𝗼 (bajos niveles de competencias, complejidad y fragmentación regulatoria, eficacia de los servicios de empleo, fiscalización y justicia, entre otros).

Un punto particularmente relevante es la debilidad del diálogo social, reflejada en la baja densidad sindical y escasa cobertura de la negociación colectiva. 𝗣𝗮𝗿𝗮 𝗹𝗮 𝗢𝗖𝗗𝗘, 𝗹𝗲𝗷𝗼𝘀 𝗱𝗲 𝘀𝗲𝗿 𝘂𝗻 𝗼𝗯𝘀𝘁á𝗰𝘂𝗹𝗼, 𝗹𝗮 𝘀𝗶𝗻𝗱𝗶𝗰𝗮𝗹𝗶𝘇𝗮𝗰𝗶ó𝗻 𝘆 𝗹𝗮 𝗻𝗲𝗴𝗼𝗰𝗶𝗮𝗰𝗶ó𝗻 𝗰𝗼𝗹𝗲𝗰𝘁𝗶𝘃𝗮 𝘀𝗼𝗻 𝗲𝘀𝘁𝗿𝗮𝘁𝗲𝗴𝗶𝗮𝘀 𝗽𝗮𝗿𝗮 𝘁𝗿𝗮𝗻𝘀𝗶𝘁𝗮𝗿 𝗵𝗮𝗰𝗶𝗮 𝗹𝗮 𝗳𝗼𝗿𝗺𝗮𝗹𝗶𝘇𝗮𝗰𝗶ó𝗻 𝗹𝗮𝗯𝗼𝗿𝗮𝗹 𝘆 𝗲𝗹𝗲𝘃𝗮𝗿 𝗹𝗮 𝗰𝗮𝗹𝗶𝗱𝗮𝗱 𝗱𝗲𝗹 𝗲𝗺𝗽𝗹𝗲𝗼. La brecha es evidente: en el Perú (2023), solo 6 % de trabajadores están sindicalizados y la cobertura de la negociación colectiva apenas llega al 4 %. En Colombia y Chile, ya miembros de la OCDE, la cobertura bordea entre 16 % y 20 %, mientras que el promedio OCDE supera el 30 %.

Las recomendaciones recogen buenas prácticas de países miembros con altos índices de desarrollo, e invitan al Perú a avanzar en una agenda integral:

* Facilitar el acceso a la sindicalización y la negociación colectiva revisando la normativa sobre sindicatos, contratación temporal y subcontratación.

* Mejorar la representación de los trabajadores y garantizar un diálogo social significativo (negociación sectorial, órganos tripartitos, mecanismos de resolución de conflictos).

* Establecer un proceso transparente para ajustar el salario mínimo con base en inflación, productividad y costo de vida.

* Reformar regulaciones basadas en el tamaño de las empresas (cotización a seguridad social, utilidades, impuestos).

* Fortalecer la fiscalización y la aplicación de derechos laborales (SUNAFIL).

En síntesis, la formalización laboral no pasa por abaratar derechos, sino por consolidar un marco regulatorio moderno e instituciones sólidas.

La OCDE recuerda que es un desafío multisectorial que requiere la coordinación de políticas laborales, económicas, fiscales y sociales.

Si el Perú aspira a integrarse plenamente a la OCDE, es el momento para que trabajadores, empleadores y Estado asuman el reto de construir políticas públicas que trasciendan lo básico y sienten las bases de una verdadera estrategia de formalización.